Resumen
Este estudio investigó si la adición del edulcorante de elevada intensidad aspartamo a un programa multidisciplinar de control del peso mejoraría la pérdida de peso y el control a largo plazo del peso corporal. 163 mujeres obesas fueron asignadas de manera aleatoria a consumir o no consumir alimentos y bebidas endulzadas con aspartamo durante un programa de reducción del peso de 16 a 19 semanas (pérdida activa de peso), un programa de mantenimiento de 1 año y un período de seguimiento de 2 años. Las mujeres de ambos tipos de tratamiento perdieron un 10% de su peso corporal inicial (10 kg) durante la pérdida activa de peso. Entre las mujeres asignadas al grupo de tratamiento con aspartamo, el consumo de aspartamo se correlacionó de manera positiva con la pérdida porcentual de peso durante la pérdida activa de peso. Durante el mantenimiento y el seguimiento, los participantes en el grupo de consumo de aspartamo experimentaron una recuperación del 2,6% (2,6 kg) y el 4,6% (4,6 kg) del peso corporal inicial, mientras que los participantes del grupo sin consumo de aspartamo recuperaron un promedio del 5,4% (5,4 kg) y el 9,4% (9,4 kg), respectivamente. El grupo con consumo de aspartamo perdió significativamente más peso de manera global y recuperó significativamente menos peso durante el mantenimiento y el seguimiento en comparación con el grupo que no consumía aspartamo. Estos datos sugieren que la participación en programas multidisciplinares de control del peso que incluyan aspartamo puede facilitar el mantenimiento a largo plazo de un peso corporal reducido.
Sumario
Este estudio investigó si la adición del edulcorante de elevada intensidad aspartamo a un programa multidisciplinar de control del peso mejoraría la pérdida de peso y el control a largo plazo del peso corporal. 163 mujeres obesas fueron asignadas de manera aleatoria al consumo o no consumo de alimentos y bebidas endulzadas con aspartamo durante un programa de reducción del peso de 16 a 19 semanas (pérdida activa de peso), un programa de mantenimiento de 1 año y un período de seguimiento de 2 años. Las mujeres de ambos grupos de tratamiento perdieron aproximadamente el 10% de su peso corporal inicial (10 kg) durante la pérdida activa de peso. Entre las mujeres asignadas al grupo de tratamiento de aspartamo, el consumo de aspartamo se vio correlacionado de manera positiva con el porcentaje de pérdida de peso durante la pérdida activa de peso (r = 0,32, P < 0,01). Durante el mantenimiento y el seguimiento, los participantes del grupo de consumo de aspartamo experimentaron una recuperación del 2,6% (2,6 kg) y el 4,6% (4,6 kg) de su peso corporal inicial después de las semanas 71 y 175, respectivamente, mientras que los participantes que no consumieron aspartamo recuperaron un promedio del 5,4% (5,4 kg) y el 9,4% (9,4 kg), respectivamente. El grupo de consumo de aspartamo perdió significativamente más peso de manera global (P = 0,028) y recuperó significativamente menos peso durante el mantenimiento y el seguimiento (P = 0,046) en comparación con el grupo que no consumía aspartamo. Las pérdidas porcentuales de peso en las semanas 71 y 175 se correlacionaron asimismo de forma positiva con el ejercicio (r = 0,32, P < 0,001; y r = 0,34, P < 0,01, respectivamente) y el control de la alimentación autodeclarado (r = 0,37, P < 0,001; y r = 0,33, P < 0,01, respectivamente). Estos datos sugieren que la participación en un programa multidisciplinar de control de peso que incluya el aspartamo puede facilitar el mantenimiento a largo plazo de un peso corporal reducido.
