Resumen
Antecedentes: Estudios anteriores han mostrado una relación contradictoria entre el consumo habitual de bebidas y la resistencia a la insulina y la pre-diabetes.
Objetivo: El objetivo del presente estudio fue probar la hipótesis que establece que el consumo de bebidas edulcoradas con azúcar, distintas a la gaseosa dietética, se asocia a la evolución en el largo plazo de la resistencia a la insulina y la aparición de pre-diabetes.
Métodos: Analizamos la relación prospectiva entre el consumo medio acumulado de bebidas azucaradas o gaseosa dietética y los casos de pre-diabetes (n = 1685) identificados en una media de 14 años de seguimiento de los participantes [edad media ± SD: 51,9 ± 9,2 años; 59,6% mujeres; índice de masa corporal medio ± SD (IMC; kg/m2): 26,3 ± 4,4] de un grupo de edad de descendientes de Framingham. Se analizó también la relación prospectiva entre el consumo de bebidas y el cambio en la evaluación del modelo de homeostasis de la resistencia a la insulina (HOMA-IR; n = 2076) en mayores de ?7 años. El consumo medio acumulado de las bebidas azucaradas y la gaseosa dietética se calculó con cuestionarios de frecuencia de ingestión. Se implantaron modelos de peligros proporcionales Cox multi-variables y modelos de regresión lineal para calcular la incidencia de la prediabetes y el cambio en HOMA-IR, respectivamente.
Resultados: Tras el ajuste de múltiples factores de confusión posibles, incluido el IMC de referencia, observamos que las ingesta de bebidas azucaradas guardaba ciertamente relación con la aparición de la pre-diabetes (tendencia-P < 0,001); los mayores consumidores de bebidas azucaradas (>3 raciones/semana; media: 6 raciones/semana) tenían un 46% más de riesgo de desarrollar pre-diabetes que los no consumidores de bebidas azucaradas (HR: 1,46; 95% CI: 1,16, 1,83). La mayor ingesta de bebidas azucaradas se asoció también a un mayor aumento en HOMA-IR (tendencia-P = 0,006). No se observaron relaciones prospectivas entre la ingesta de gaseosa dietética y el riesgo de pre-diabetes (tendencia-P = 0,24) o cambios en HOMA-IR (tendencia-P = 0,25). Estas asociaciones fueron similares tras el ajuste adicional según el IMC.
Conclusión: La ingesta regular de bebidas azucaradas, pero no la ingesta de gaseosa dietética, se asocia a un mayor aumento de resistencia a la insulina y un mayor riesgo de padecer pre-diabetes en un grupo de adultos de mediana edad.
Sumario
Este estudio observacional comprobó la relación entre el consumo prolongado de gaseosa dietética y la resistencia a la insulina y la pre-diabetes, y concluyó que no existe ninguna relación que asocie la ingesta prolongada de gaseosas dietéticas azucaradas con edulcorantes bajos en calorías con la resistencia a la insulina o la pre-diabetes, según una valoración de HOMA-IR y la incidencia de la pre-diabetes, respectivamente. Este estudio, por su naturaleza observacional, no puede probar ninguna conclusión de relación causa-efecto (o relación no causal en este caso), si bien los autores señalan que sus conclusiones se ajustan a un ensayo clínico aleatorio dirigido en 37 adultos en los que no se observaron cambios en HOMA-IR, un índice de resistencia a la insulina, tras 10 semanas de consumo de edulcorantes bajos en calorías (Sorensen et al, 2005).