Observaciones de la ISA en respuesta al informe de revisión realizado por Sylvetsky et al
Tras revisar la publicación realizada por Sylvetsky et al.1 sobre las posibles implicaciones del consumo de edulcorantes bajos en calorías en niños, la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) quiere señalar la falta de pruebas científicas que apoyen algún efecto negativo del consumo de edulcorantes bajos en calorías durante el embarazo, la lactancia o en los primeros años de vida respecto a la preferencia por el sabor dulce, la adiposidad y otros resultados metabólicos en niños.
Aunque valoramos las nuevas investigaciones de calidad en torno a los beneficios de los edulcorantes bajos en calorías, algo que se resalta en las conclusiones del trabajo de revisión realizado por Sylvetsky et al, también es importante destacar las suposiciones sesgadas e injustificadas de esta publicación, ya que la evidencia científica actual no respalda que los edulcorantes bajos en calorías fomenten el “gusto por el dulce”2. Asimismo, estudios clínicos han demostrado que la sustitución de productos azucarados por alternativas con edulcorantes bajos en calorías puede ayudar a reducir el aumento de peso y la acumulación de grasa en niños y adolescentes.3, 4
De hecho, las investigaciones demuestran que no existe ninguna asociación sólida entre la ingesta de edulcorantes bajos en calorías y un mayor apetito por el azúcar o por productos dulces en niños y, en muchos casos, el consumo de edulcorantes bajos en calorías está asociado a una menor ingesta de sustancias de sabor dulce, lo que sugiere que podrían contribuir a satisfacer el deseo por el dulce.2 Por supuesto, cuando se trata de controlar el sabor dulce en general, es fundamental que los niños estén expuestos a diferentes sabores y que se familiaricen con una variedad de alimentos saludables durante la primera infancia para ayudarles a adoptar conductas alimentarias saludables y equilibradas en general.
De igual modo, en lo que se refiere al consumo de edulcorantes bajos en calorías en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, no existen pruebas científicas que apoyen un impacto negativo relativo a la adiposidad u otros resultados metabólicos en los primeros años de la niñez, la infancia o posteriormente en la vida adulta, a pesar de las afirmaciones erróneas sobre los posibles efectos del consumo materno de edulcorantes no nutritivos durante el embarazo (ver fig. 4 en el artículo científico de Sylvetsky et al). De hecho, aunque el papel de la alimentación materna en la adiposidad y la salud metabólica en general es un área de gran interés científico, no existe ningún estudio de intervención en humanos que sugiera algún efecto negativo del consumo de edulcorantes bajos en calorías en estos resultados.
Seguir una alimentación general equilibrada durante el embarazo y la lactancia, así como fomentar conductas alimentarias saludables durante la primera infancia son algunos de los aspectos más críticos para reducir el riesgo de una persona de desarrollar obesidad y enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Siendo conscientes de las necesidades nutricionales especiales en la infancia, el consumo de alimentos y bebidas con edulcorantes bajos en calorías en el contexto de una alimentación general equilibrada puede ser útil en el control del “gusto por el dulce” y la adiposidad infantil.