Declaración de la ISA en respuesta a nuevo comentario de Landrigan y Straif
Bruselas, 14 de abril de 2021: la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) subraya la seguridad del aspartamo para su uso en alimentos y bebidas, como confirman autoridades de seguridad alimentaria de todo el mundo, en línea con la abrumadora cantidad de evidencias científicas disponibles1,2,3, y contrariamente a las conclusiones de un comentario reciente publicado por Landrigan y Straif sobre el uso del aspartamo en roedores4.
Antes de su aprobación para su uso en el mercado, el aspartamo ha pasado por una estricta evaluación de seguridad, como todos los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías. En la evaluación de seguridad más exhaustiva del aspartamo publicada en 2013, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) volvió a confirmar que el aspartamo no plantea ninguna preocupación sobre su seguridad1. Con el fin de preparar esta opinión científica, la EFSA y sus destacados científicos evaluaron la totalidad de la evidencia científica disponible, incluidos datos relativos a su potencial toxicidad y carcinogenicidad, y llegaron a la conclusión de que “no existe evidencia alguna que sugiera que el aspartamo produce cáncer, de acuerdo con los amplios estudios existentes sobre población humana”5.
Es importante que el comentario de Landrigan y Straif no aporta ninguna evidencia nueva, sino que presenta resultados de estudios sobre ratas publicados previamente, ya desestimados por la EFSA en su evaluación científica1. De hecho, desde la publicación original de los estudios previos sobre ratas6,7,ningún otro resultado ha vuelto a reproducir o confirmar dichas observaciones.
En un momento en que la obesidad y otras enfermedades no transmisibles, incluidas la diabetes y las enfermedades bucodentales, siguen siendo importantes problemas de salud mundial, y ante las recomendaciones actuales de salud pública de reducir la ingesta total de azúcares, los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías, como el aspartamo, pueden suponer una ayuda para crear entornos alimentarios más saludables. Ofrecen una amplia gama de opciones de sabor dulce con pocas calorías o sin calorías y ser, por tanto, una herramienta útil, si se utilizan en vez de azúcar y como parte de una dieta equilibrada, para ayudar a reducir la ingesta total de azúcares y calorías, así como para controlar el nivel de glucosa en sangre8. Además, los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías no fermentan por acción de las bacterias orales, lo que significa que no contribuyen a la desmineralización dental, que es uno de los motivos de caries dental8.