Las conclusiones del estudio presentado en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) realizado por Young et al. no están respaldadas por diversos estudios previos del mismo grupo de investigación
En respuesta a la nota de prensa1 enviada con motivo de la presentación de un nuevo estudio realizado por Young et al. en la 53a reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) quiere hacer hincapié en las numerosas pruebas científicas, incluidas las de estudios realizados por el mismo equipo de investigación australiano, que demuestran que los edulcorantes bajos en calorías no afectan al control de la glucosa.
Sorprendentemente, esta nota de prensa omitió informar de los resultados de un gran número de estudios publicados por esos mismos autores2, que no observaron de forma sistemática ningún impacto de los edulcorantes bajos en calorías en la regulación de la glucosa en sangre. Asimismo, el conjunto de pruebas científicas de estudios en humanos debidamente diseñados respalda que los edulcorantes bajos en calorías no afectan negativamente al control glucémico en personas sanas ni en diabéticos, por ejemplo afectando a la secreción total de insulina, absorción de glucosa y/o utilización de la glucosa por efecto directo o a través del efecto en las incretinas (hormonas intestinales).3
De hecho, los beneficios de los edulcorantes bajos en calorías en la glucosa postprandial están reconocidos también en una declaración de propiedades saludables autorizada en Europa, en relación a la opinión científica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)4: “El consumo de alimentos con edulcorantes bajos en calorías en lugar de azúcar contribuye a un menor aumento de la glucosa en sangre tras su ingesta, en comparación con los alimentos que contienen azúcar”.
Los edulcorantes bajos en calorías no pueden aumentar el riesgo de diabetes, y por el contrario, cuando se utilizan en sustitución del azúcar, pueden ser una estrategia útil en personas diabéticas para las que el control glucémico es fundamental. Esto se ajusta al hecho de que los edulcorantes bajos en calorías no aportan carbohidratos a la alimentación. En las directrices de 2017 ‘Standards of Medical Care in Diabetes’ (‘Normas de cuidado médico en diabetes’)5, la Asociación Americana de la Diabetes apoya que “los edulcorantes no nutritivos tienen la capacidad de reducir la ingesta global de calorías y carbohidratos«.
Para las personas diabéticas, los edulcorantes bajos en calorías utilizados en alimentos y bebidas, así como los edulcorantes de mesa, como parte de una alimentación saludable, representan una opción que puede ayudar en el control de la glucosa6 y ofrecen mayores opciones alimentarias al proporcionar el placer del sabor dulce sin elevar la glucosa en sangre.