Noticias científicas de la 12a Conferencia de la EFAD 2019
Aspectos destacados:
- Todos los edulcorantes bajos en o sin calorías aprobados han pasado por una rigurosa evaluación de riesgos por parte de autoridades de seguridad alimentaria de todo el mundo antes de la aprobación para su uso en el mercado.
- Los edulcorantes bajos en o sin calorías se utilizan en cantidades muy pequeñas en alimentos y bebidas, y la evidencia actual no respalda la afirmación de que tienen efectos adversos sobre la microbiota intestinal a las dosis correspondientes a su uso en seres humanos.
- La reducción de calorías y azúcares mediante la reformulación de alimentos, incluido el uso de edulcorantes bajos en o sin calorías, puede tener un impacto positivo sobre la obesidad y la diabetes.
Dado que la obesidad y la diabetes siguen aumentando en muchas partes del mundo, existe un interés creciente en la reformulación de alimentos y bebidas, que busque su desarrollo con menos calorías, azúcares, grasas saturadas y sal. Una de las categorías de ingredientes que puede ser útil en la reformulación de productos para conseguir la reducción de azúcares es la de los edulcorantes bajos en o sin calorías (Gibson et al, 2017).
Dietistas y nutricionistas de toda Europa participan activamente en debates sobre la prevención y/o el tratamiento de la obesidad, y las políticas nutricionales asociadas incluyen la reformulación de alimentos; por ello, están interesados en mantenerse informados sobre las evidencias más recientes en torno al papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías en este contexto. En una sesión sobre “Edulcorantes bajos en calorías en la alimentación. Seguridad, investigaciones más recientes y recomendaciones sobre nutrición”, apoyada por la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) en el contexto de la 12a Conferencia de la Federación Europea de Asociaciones de Dietistas (EFAD), los reconocidos expertos invitados debatieron sobre las pruebas más recientes en relación a la seguridad de los edulcorantes bajos en o sin calorías, el vínculo entre alimentación y microbiota intestinal, y las recomendaciones relativas a la ingesta de azúcares y edulcorantes bajos en o sin calorías.
La evaluación de la seguridad de los edulcorantes bajos en o sin calorías por parte de organismos de seguridad alimentaria incluye una rigurosa evaluación de riesgos
En una charla sobre la seguridad de los edulcorantes bajos en o sin calorías, el Profesor Dominique Parent Massin, de la Academia Francesa de Agricultura (Francia), explicó el proceso de aprobación de edulcorantes bajos en o sin calorías y el tipo de pruebas examinadas por parte de las agencias de seguridad alimentaria durante este procedimiento.
Agencias de seguridad alimentaria de todo el mundo han venido evaluando repetidamente la seguridad de los edulcorantes bajos en o sin calorías y han confirmado constantemente su seguridad. En Europa, la responsabilidad de evaluar la seguridad de todos los aditivos alimentarios descansa en la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El proceso de evaluación de riesgos se divide en cuatro etapas:
- identificación de peligros,
- caracterización de peligros,
- evaluación de exposición, y
- caracterización de riesgos.
Identificación de peligros: Implica la detección de un peligro potencial; es decir, el potencial de una sustancia para provocar daños.
Caracterización de peligros: Los objetivos de la caracterización de peligros son: 1) identificar los efectos adversos inducidos por una sustancia específica, 2) establecer una relación entre la cantidad ingerida de la sustancia y la manifestación de efectos adversos para la salud, y 3) asignar un valor de referencia basado en la salud (Health Based-Guide Value – HBGV). Con el fin de determinar el HBGV, se evalúa un amplísimo conjunto de datos procedentes de estudios diferentes, que incluyen estudios toxicocinéticos (ADME), estudios de toxicidad crónica y subcrónica, datos de genotoxicidad y carcinogenicidad, y estudios de reproducción y desarrollo de toxicidad. El HBGV habitual para la evaluación de riesgos de los aditivos alimentarios es la Ingesta Diaria Admisible (IDA), que es la cantidad de una sustancia que puede ingerir diariamente un ser humano durante toda su vida sin efectos adversos para la salud.
Evaluación de exposición: Con el fin de estimar la exposición, se calcula la ingesta dietética de la sustancia en cuestión.
Caracterización de riesgos: Consiste en comparar la exposición (estimaciones de ingesta) con la IDA para evaluar el riesgo potencial para la salud para el individuo. Los datos de exposición hasta la fecha han venido demostrando que la IDA de cada edulcorante individual no supera el nivel máximo permitido (NMP) en Europa.
Mediante el seguimiento de este meticuloso proceso, se ha confirmado que los edulcorantes bajos en o sin calorías son seguros para los consumidores europeos al nivel máximo permitido. La EFSA está llevando a cabo actualmente una reevaluación de todos los edulcorantes bajos en o sin calorías aprobados antes de 2009 para asegurar la evaluación continua de la seguridad de estos ingredientes en base a la investigación disponible más reciente.
Alimentación, edulcorantes bajos en o sin calorías y microbiota intestinal
Abordando un tema de elevado interés científico e investigador, el profesor Ian Rowland de la Universidad de Reading (Reino Unido), examinó la evidencia más reciente entre el vínculo entre la composición de la microbiota intestinal y la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, llegando a la conclusión de que las diferencias en la composición de la microbiota están asociadas a diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. No obstante, es necesario investigar más para establecer si las asociaciones son causales y para identificar los principales organismos implicados en los seres humanos.
En relación con la alimentación general, y con los edulcorantes bajos en o sin calorías en particular y la microbiota intestinal, el profesor Rowland recordó que los edulcorantes bajos en o sin calorías se utilizan en cantidades muy pequeñas en alimentos y bebidas, y que la evidencia actual no respalda la afirmación de que tengan efecto adverso alguno sobre la salud mediante un impacto sobre la microbiota intestinal a dosis relevantes para el uso en seres humanos (Lobach et al, 2019). La mayoría de los estudios sobre edulcorantes bajos en o sin calorías se efectúan en ratones y ratas, y normalmente prueban dosis muy elevadas de las sustancias. Los efectos en estudios sobre animales son pequeños y confusos debido a grupos de control inadecuados y falta de control dietético. También debería tenerse en cuenta que existen grandes diferencias entre el perfil de microbioma intestinal de los animales de laboratorio y el de las personas, de modo que la transposición datos procedentes de estudios sobre animales que prueban los efectos de dosis extremadamente elevadas de edulcorantes bajos en o sin calorías es cuestionable. Respecto a los estudios con seres humanos, son muy pequeños y limitados, y presentan importantes limitaciones metodológicas. El efecto de las elecciones dietéticas generales sobre la microbiota intestinal es muy importante y, por tanto, es fundamental que cuando se lleven a cabo estudios en seres humanos sobre la microbiota se controle y evalúe meticulosamente la dieta general.
Recomendaciones sobre la ingesta de azúcares y edulcorantes bajos en o sin calorías
En el contexto de los índices en aumento de obesidad y diabetes a lo largo de las cuatro últimas décadas (NCD-RisC, 2017), la doctora Margaret Ashwell, OBE, Nutricionista Registrada (Reino Unido) habló sobre recomendaciones relativas a la ingesta de azúcares y edulcorantes bajos en o sin calorías.
Con respecto a los azúcares, las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la ingesta de azúcares libres para adultos y niños recomienda la reducción de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta energética diaria a lo largo de toda la vida (OMS, 2015). En Reino Unido, El Comité Científico Asesor en Nutrición (SACN) recomienda un consumo de azúcares libres reducido al 5% el porcentaje de la ingesta dietética de energía (SACN, 2015).
Además, la doctora Ashwell debatió sobre políticas de nutrición de salud pública orientadas a una reducción de calorías y azúcares que puedan ejercer un impacto positivo sobre la epidemia de obesidad y diabetes. Un informe reciente de la OCDE sugiere que conseguir una reducción del 20% en el contenido calórico de alimentos energéticamente densos mediante la reformulación tendría un importante efecto positivo (OCDE, 2019). En Reino Unido, el programa de reducción de azúcares de la agencia Public Health England, orientado a conseguir una reducción del 20% de azúcares en 9 categorías de alimentos que contribuyen a la mayoría de las ingestas en niños de hasta 18 años, comenzó en 2017 y ya cuenta con resultados positivos (PHE, 2019).
Una de las estrategias para conseguir la reducción de calorías y azúcares en la reformulación de alimentos es la utilización de edulcorantes bajos en o sin calorías. Los edulcorantes bajos en o sin calorías pueden ser una herramienta útil en la reformulación de productos, dado que permiten sustituir el azúcar y reducir calorías en alimentos, y especialmente en bebidas, y a la vez mantener el placer del sabor dulce (Gibson et al, 2017).
En un taller que se celebró en noviembre de 2018 con la participación de 17 expertos, estos destacaron que las políticas relativas a la reducción de azúcares y al uso de edulcorantes bajos en o sin calorías difieren entre países (Ashwell et al, informe en fase de publicación). Deben realizarse esfuerzos para conocer y, cuando sea posible, reconciliar las discrepancias en políticas buscando un entendimiento común del papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías entre quienes deciden las políticas, científicos, y expertos en regulación. También sería útil examinar los obstáculos regulatorios que dificultan el desarrollo y la reformulación de productos diseñados para reducir azúcares y calorías.
En su esfuerzo por llegar a un consenso sobre los datos científicos relativos al papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías en el control del peso corporal y de la glucosa, el grupo de expertos llegó a la conclusión de que, si se utilizan en vez de azúcares para reducir la densidad energética de alimentos y bebidas, los edulcorantes bajos en o sin calorías pueden ayudar a reducir la ingesta (calórica) energética neta y ser de ayuda para el control del peso corporal y la diabetes. Su valor potencial en el tratamiento dietético de la obesidad y la diabetes procede de su papel como sustitutos de los azúcares y, por tanto, de calorías.
Para leer la nota de prensa de la ISA, haz clic aquí.