El consumo de edulcorantes bajos en calorías no aumenta el dulzor de la leche materna ni fomenta el gusto por el sabor dulce ni su exceso de consumo

Comentarios de la ISA en respuesta al estudio de Rother et al.

Frente a las afirmaciones realizadas por Rother et al. en su estudio reciente1la Asociación Internacional de Edulcorantes (International Sweeteners Association – ISA) quiere destacar la falta de evidencia científica que sustente cualquier efecto del consumo de edulcorantes bajos en calorías en el dulzor de la leche materna, fomentando así el gusto por el sabor dulce y su exceso de consumo.

De hecho, este estudio experimental de Rother et al. solo pretendía examinar la farmacocinética de dos edulcorantes bajos en calorías en la leche materna tras la ingesta de una bebida edulcorada baja en calorías. Por lo tanto, este estudio no investiga ni proporciona ninguna evidencia sobre la hipótesis de que posiblemente la adición de edulcorantes bajos en calorías en la leche materna fomente el gusto por el sabor dulce y su exceso de consumo, o que una exposición temprana a éstos influya en el metabolismo y la futura salud del niño.

Y lo que es más importante, para que un edulcorante bajo en calorías sea aprobado para su uso en el mercado, primero debe someterse a una exhaustiva evaluación de seguridad por la autoridad de seguridad alimentaria competente. A nivel internacional, la responsabilidad de evaluar la seguridad de todos los aditivos incluyendo los edulcorantes bajos en calorías corresponde al Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (Joint Expert Scientific Committee on Food Additives – JECFA) 2 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Food and Agriculture Organization of the United Nations – FAO) y la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization – WHO). Todos los organismos regulatorios del mundo, incluyendo el JECFA2, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (US Food and Drug Administration – FDA)3 y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority – EFSA) 4 han confirmado firmemente la seguridad de los edulcorantes bajos en calorías, incluso para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

La evidencia científica requerida para la evaluación de la seguridad de cualquier edulcorante bajo en calorías debe incluir rigurosos análisis sobre el potencial de los edulcorantes bajos en calorías para afectar a la salud general a largo plazo, incluyendo estudios que investigan la seguridad de la ingesta de edulcorantes bajos en calorías durante el embarazo y el periodo de lactancia, así como un análisis del potencial de la ingestión crónica de un edulcorante bajo en calorías para afectar al crecimiento, el desarrollo y el estado general de salud del niño. Estos estudios proporcionan sólida evidencia de que todos los edulcorantes bajos en calorías aprobados son ingredientes alimentarios seguros, incluyendo su consumo por mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.5,6

Asimismo, la evidencia actual no respalda la hipótesis de que los edulcorantes bajos en calorías fomenten el hecho de “ser goloso” 7. En este sentido, estudios clínicos han mostrado que la sustitución de productos azucarados por sus alternativas con edulcorantes bajos en calorías pueden reducir el aumento de peso y la acumulación de grasa en niños y adolescentes.8,9

Seguir una dieta en general equilibrada durante el embarazo y la lactancia, así como fomentar comportamientos alimentarios saludables en la primera infancia son algunos de los aspectos reconocidos como más importantes para reducir el riesgo individual de padecer sobrepeso u obesidad y enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Siendo conscientes de las necesidades nutricionales durante la infancia, el uso de alimentos y bebidas edulcoradas bajas en calorías en el contexto de una dieta en general equilibrada puede ser útil para gestionar el hecho de “ser goloso” a la vez que se aportan menos calorías a la dieta. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deberían hablar con sus doctores o dietistas-nutricionistas sobre sus necesidades nutricionales especiales.

  1. Rother KI, Sylvetsky AC, Walter PJ, Garraffo HM and Fields DA. Pharmacokinetics of Sucralose and Acesulfame Potassium in Breast Milk Following Ingestion of Diet Soda. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition 2018; 66(3): 466-70
  2. http://www.fao.org/food/food-safety-quality/scientific-advice/jecfa/en
  3. http://www.fda.gov
  4. http://www.efsa.europa.eu/en/topics/topic/sweeteners
  5. Magnuson, B. A., Carakostas, M. C., Moore, N. H., Poulos, S. P., & Renwick, A. G. (2016). Biological fate of low-calorie sweeteners. Nutr Rev, 74(11), 670-689
  6. Magnuson BA, Roberts A, Nestmann ER. Critical review of the current literature on the safety of sucralose. Food Chem Toxicol 2017 Aug;106(Pt A): 324-355
  7. Bellisle F. Intense Sweeteners, Appetite for the Sweet Taste, and Relationship to Weight Management. Curr Obes Rep 2015; 4(1): 106-110
  8. Rogers P. et al. Does low-energy sweetener consumption affect energy intake and body weight? A systematic review, including meta-analyses, of the evidence from human and animal studies. Int J Obes 2016; 40(3): 381-94
  9. de Ruyter JC, et al. A Trial of Sugar-free or Sugar-Sweetened Beverages and Body Weight in Children. N Engl J Med 2012; 367: 1397–1406