Bruselas, 4 de septiembre del 2025: Tras la publicación del nuevo estudio “No tan dulce: Algunos sustitutos de azúcares están relacionados a un deterioro cognitivo rápido”, en Neurología el 3 de septiembre de 2025, la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA por sus siglas en inglés), hace un llamado a tener cuidado sobre la interpretación de los hallazgos. Mientras que el estudio ha conseguido atención mediática, es fundamental situar los resultados dentro de un consenso científico más amplio y sobre la seguridad de edulcorantes.
Esta investigación es observacional, la cual solo muestra asociación estadística, no una relación directa de causa-efecto. La relación reportada entre el consumo de edulcorantes y el deterioro cognitivo, no prueba que una causa el otro. Como toda investigación de este tipo, los resultados pueden ser influenciados por muchos factores de confusión, incluidos todos los patrones dietéticos, elecciones de estilo de vida y otras condiciones de salud. Los propios autores del estudio reconocen esto y advierten sobre sacar conclusiones causales.
También es importante destacar las limitaciones específicas del estudio. Los resultados son inconsistentes entre los diferentes grupos de edad y variaciones por el estado de diabetes, lo que genera dudas acerca de la plausibilidad biológica. También, el estudio depende de un método de autorreporte de recolección de datos dietéticos diarios de una ocasión como base 8 años atrás, lo que con frecuencia es inexacto, puede generar un sesgo importante, y no considera los cambios en los hábitos dietéticos, ni las formulaciones de los productos en el tiempo. Además, todos los edulcorantes fueron consolidados en un valor único de alta intensidad, edulcorantes y polioles, mientras se sabe que todos ellos tienen diferentes propiedades y niveles de uso aprobados. En la práctica, la ingesta de “combinación de edulcorantes” dominada por los polioles, que son usados en cantidades mayores, mientras que la ingesta del aspartamo, acesulfamo-K y la sacarina es muy baja aún un el grupo de consumo elevado (del orden del 1-2% de la Ingesta Diaria Aceptable). Estos valores sugieren un rango de exposición limitado y estrecho, así como una alta probabilidad de efectos de suelo que pueden sesgar los resultados. Se sabe que los efectos de suelo distorsionan los modelos estadísticos, en lo que puede llevar potencialmente llevar a falsos positivos[1].
La seguridad de los edulcorantes bajos y sin calorías ha sido constantemente confirmada por autoridades de salud globales. Estas incluyen la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos (JECFA) de la Organización Mundial de la Salud y de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Estas organizaciones llevan a cabo evaluaciones de seguridad basadas totalmente en evidencia científica, no con un solo estudio.
Los edulcorantes proveen de forma segura y efectiva la reducción de azúcar y la ingesta calórica, una meta importante de salud pública, para poder controlar condiciones como obesidad y diabetes tipo 2. Ofreciendo un sabor dulce sin calorías, ayudan a los consumidores adherirse a las recomendaciones dietéticas de reducir azúcares libres.
La ISA mantiene su compromiso de brindar información basada en ciencia sobre los edulcorantes bajos y sin calorías. Promovemos un enfoque integral de la evidencia científica, la cual demuestra constantemente que los edulcorantes aprobados son seguros y son una herramienta para la salud pública.
Lee más sobre los beneficios de los edulcorantes bajos y sin calorías en la Asociación Internacional de Edulcorantes: https://www.sweeteners.org/en/isa.
[1] Drewnowski A, Fulgoni VL 3rd. Should Atypical and Non-Representative Studies Such as NutriNet Santé Be Used to Drive Public Health Policy? Nutrients. 2025 Aug 8;17(16):2581. https://doi.org/10.3390/nu17162581.