No existe ningún mecanismo plausible que explique una posible relación entre el consumo de bebidas dietéticas y el accidente cerebrovascular o la demencia

Declaración de la ISA en respuesta al estudio observacional de Pase et al. y el comunicado de prensa de la AHA

Bruselas, 21 de abril de 2017: Tras haber examinado el documento redactado por Pase et al.1, la International Sweeteners Association (ISA) destaca que de nuevo se trata de otro estudio observacional que no ofrece ninguna evidencia convincente ni mecanismo plausible como relación causal entre el consumo de bebidas dietéticas y los problemas de salud, en este caso el accidente cerebrovascular o la demencia.

Las conclusiones de dicho estudio, de hecho, se basan solo en un pequeño grupo de 97 casos de accidente cerebrovascular y 81 casos de demencia de un total de 2.888 participantes de edades por encima de los 45 años, y 1.484 participantes de edades por encima de los 60 años, quienes fueron incluidos en el análisis de accidente cerebrovascular y demencia, respectivamente. En vista de estos números tan bajos, el consumo de bebidas con edulcorantes bajos en calorías podría dividirse solo en 3 niveles, a saber, no consumidores, consumidores ocasionales (menos de una vez al día) y consumidores habituales (una o más bebidas al día). La última categoría contenía solo 519 sujetos. Esto se traduce en menos de dos docenas de casos de accidente cerebrovascular o demencia entre consumidores habituales de bebidas con edulcorantes bajos en calorías. Además, no existió una tendencia convincente en cuanto al riesgo, a saber, el ratio de peligro de accidente cerebrovascular se duplicaba ya entre los consumidores ocasionales de bebidas con edulcorantes bajos en calorías.

Asimismo, en relación con las conclusiones del estudio, El Profesor Carlo La Vecchia, de la Universidad de Milán, Italia, comentaba: «La relación entre las bebidas dietéticas y el accidente cerebrovascular es menos sólida en el tercer modelo estadístico, que se ajustó con otras variables cardiometabólicas que podrían estar vinculadas a un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular. Por tanto, con ciertos ajustes, por ejemplo, la medición más precisa y/o válida de la tensión arterial y otras covariables pueden llevar a una relación menos concreta. En relación con la demencia, en el modelo 3 más completo, no existe una relación significativa con el consumo de bebidas dietéticas

De hecho, cuando la hipertensión prevalente, factor de riesgo único de accidente cerebrovascular más importante, se incluyó en los análisis estadísticos, la relación entre las bebidas dietéticas y los accidentes cerebrovasculares se vio atenuada. Similarmente, la magnitud de la relación de las bebidas dietéticas con la demencia disminuyó también cuando los autores consideraron la influencia de la diabetes como posible factor confuso. Por último, otra limitación de este estudio es el método empleado para la toma de datos sobre la ingesta de alimentos (cuestionario de frecuencia de ingesta autodiagnosticada), que puede estar sujeto a sesgos de memoria, introduciendo así errores en los modelos estimados, como reconocen los propios autores.

Mientras que las conclusiones publicadas por Pase et al. son solo observacionales, existe un amplio y consolidado banco de evidencias científicas procedentes de estudios clínicos que demuestran que los edulcorantes bajos en calorías y las bebidas dietéticas que los contienen pueden ser herramienta útil para la reducción del consumo de azúcar y la ingesta energética, cuando se usan como sustitutos del azúcar.

En un momento en el que los índices de obesidad (principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular) y la diabetes (conocido factor de riesgo de la demencia) continúan en aumento en todo el mundo, sería desafortunado y peligroso, desde una perspectiva de salud pública, desmotivar a la población en el uso de edulcorantes bajos en calorías como medio seguro y efectivo de reducir y mantener su peso2, así como controlar los niveles de glucosa en sangre3.

  1. Pase MP et al. Sugar- and artificially-sweetened beverages and the risks of incident stroke and dementia: A prospective cohort study. Stroke, 2017.
  2. Rogers PJ, Hogenkamp PS, de Graaf K, et al. Does low-energy sweetener consumption affect energy intake and body weight? A systematic review, including meta-analyses, of the evidence from human and animal studies. Int J Obes 2016; 40(3): 381-94
  3. American Diabetes Association 2017 Standards of Medical Care in Diabetes: 4. Lifestyle management. Diabetes Care 2017 Jan; 40(Supplement 1): S33-S43