Una revisión de la última evidencia científica
Aspectos destacados:
- Los edulcorantes bajos en calorías no afectan a los niveles de glucosa en sangre ni insulina
- Utilizar edulcorantes bajos en calorías en lugar de azúcar como parte de una dieta y estilo de vida en general saludables puede ser una estrategia de ayuda para las personas con diabetes y obesidad para los cuales el control glucémico y de peso son fundamentales
- Esta información es especialmente importante para los profesionales de la salud, que buscan hechos basados en la evidencia sobre el uso de edulcorantes bajos en calorías para reducir la ingesta de azúcar, incluyendo en la dieta de personas con diabetes
Los edulcorantes bajos en calorías han sido propuestos durante décadas como una opción de sabor dulce en la dieta de las personas con diabetes alternativa al azúcar porque no tienen ningún efecto en los niveles de glucosa en sangre o en la secreción de insulina.1 Esto no es nuevo y está en línea con el hecho de que los edulcorantes bajos en calorías no aportan, o no aportan prácticamente calorías o hidratos de carbonos a la dieta. Sin embargo, a pesar la amplia cantidad de evidencia respaldando que los edulcorantes bajos en calorías no tienen impacto en el control glucémico, algunos reportajes en medios de comunicación continúan arrojando dudas sobre su papel en la dieta de personas con diabetes.
¿Cuál es la posición de las organizaciones científicas y regulatorias alrededor del mundo?
En sus últimas recomendaciones de Terapia de Nutrición Médica, la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) respalda que “el uso de edulcorantes no nutritivos tiene el potencial de reducir la ingesta total de calorías e hidratos de carbono si sustituyen a endulzantes calóricos y sin compensación por la ingesta de calorías adicionales de otras fuentes alimentarias”.2
Asimismo, en 2011 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aprobó una declaración de salud apoyando que “el consumo de alimentos endulzados con edulcorantes bajos en calorías en lugar de azúcar induce a un menor incremento de la glucosa en sangre después de su consumo comparado con los alimentos que contienen azúcar”.3
Así pues, ¿Cómo sus efectos beneficiosos han sido cuesitonados en los últimos años?
Ensayos con humanos vs. hallazgos aislados en estudios con animales e in vitro
Algunos estudios publicados en la década pasada llevaron a la creación de teorías que mantienen que los edulcorantes bajos en calorías podían afectar negativamente al metabolismo de la glucosa a través de la secreción de insulina y/o la liberación de incretina (GLP-1 y GIP). La hipótesis proviene en gran parte de estudios en células o tejidos aislados que apuntan a potenciales efectos de los edulcorantes bajos en calorías sobre los receptores del sabor dulce en el intestino, o más recientemente de estudios con animales que apoyan un impacto en el microbioma intestinal.4
Sin embargo, estos efectos no han sido demostrados en humanos, y al contrario que estas teorías, una importante cantidad de evidencia proveniente de ensayos clínicos aleatorios (RCTs) – el tipo de diseño de estudio más sólido en la ciencia de la nutrición humana-, demuestra claramente que los edulcorantes bajos en calorías no afectan en los niveles de glucosa o insulina en sangre después de comer, ni afectan al control glucémico a largo plazo. De hecho, la mayoría de los ensayos clínicos que investigan el potencial de los edulcorantes bajos en calorías para influir sobre el control de glucosa en sangre por la alteración de las respuestas hormonales del intestino no demuestran clínicamente efectos significativos en los niveles de circulación de incretina.4,5,6
Un ensayo a largo plazo recientemente publicado aborda si el consumo del edulcorante bajo en calorías sucralosa podría afectar al control de la glucosa.
Investigando el efecto de la ingesta diaria de sucralosa a niveles cercanos a la IDA durante 12 semanas en 47 voluntarios varones sanos, un ensayo clínico aleatorio de Grotz et al.6 concluyó que no hay diferencias estadísticamente significativas entre la glucosa de los grupos de sucralosa y placebo en ayunas o después de comer, el control a largo plazo de la glucosa (HbA1c) o en la homeostasis de la insulina.
Estos resultados son también coherentes con un estudio de 3 meses en personas con diabetes tipo 2 que no encontró efectos sobre HbA1c, una medida de control glucémico a largo plazo, así como con numerosos ensayos clínicos aleatorios a corto plazo que no muestran ningún efecto de la sucralosa sobre el control de la glucosa en sangre.6,7
Esta última publicación de Grotz et al. se basa en la actual evidencia de que el consumo diario repetido y a largo plazo de edulcorantes bajos en calorías no afectaría negativamente al control de la glucosa en sangre y es especialmente importante para los profesionales de la salud, que buscan hechos basados en la evidencia en relación con el uso de los edulcorantes bajos en calorías como un medio para reducir la ingesta de azúcar, incluso en la dieta de las personas con diabetes.
Mensaje a recordar
En una época en la que la obesidad y la diabetes están aumentando de manera global, los edulcorantes pueden ofrecer una alternativa de sabor dulce con pocas o ninguna caloría, ayudando a las personas con diabetes o individuos interesados en controlar su peso a reducir su ingesta de azúcar y calorías. Especialmente para las personas con diabetes, los edulcorantes bajos en calorías ofrecen opciones alimentarias más amplias proporcionando el placer del sabor dulce sin aumentar la glucosa en sangre.