Panorama de las recientes declaraciones sobre el uso de edulcorantes bajos o sin calorías por parte de asociaciones profesionales de nutrición y diabetes en Brasil y el Reino Unido
Aspectos destacados:
- Los edulcorantes bajos o sin calorías han formado parte durante mucho tiempo de las herramientas dietéticas empleadas por las personas con diabetes, ya que ofrecen dulzor sin afectar los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, todavía existe controversia sobre su función. Las recientes declaraciones de las principales organizaciones de diabetes y nutrición del Reino Unido1 y Brasil2 reafirman que los edulcorantes bajos o sin calorías aprobados son seguros y pueden ayudar a las personas que viven con diabetes a reducir su ingesta de azúcar y energía, y a gestionar el consumo de carbohidratos, cuando se utilizan dentro de una alimentación saludable.
- En las recientes declaraciones de la Asociación Británica de Dietética (British Dietetic Association – BDA), la Fundación Británica de Nutrición (British Nutrition Foundation – BNF), Diabetes Reino Unido (Diabetes UK) (octubre de 2025)1, así como de la Asociación Brasileña de Nutrología (Associação Brasileira de Nutrologia – ABRAN), la Asociación Nacional de Atención a la Diabetes (Associação Nacional de Atenção ao Diabetes – ANAD) y la Sociedad Brasileña de Alimentación y Nutrición (Sociedade Brasileira de Alimentação e Nutrição – SBAN) (septiembre de 2025)2, el mensaje es claro: los edulcorantes bajos o sin calorías pueden desempeñar un papel en el apoyo al control del peso y la gestión de la diabetes, aunque no son una solución mágica ni independiente.
SEGUROS DENTRO DE LOS LÍMITES ESTABLECIDOS
Todos los edulcorantes bajos o sin calorías aprobados internacionalmente se someten a rigurosas evaluaciones de seguridad por parte de autoridades como el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives – JECFA), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority – EFSA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration – FDA). Durante estos procesos, se establece para cada edulcorante una Ingesta Diaria Admisible (IDA), que representa la cantidad que puede consumirse diariamente a lo largo de la vida sin riesgo apreciable para la salud.
Los estudios de evaluación de ingesta muestran sistemáticamente que los niveles de consumo de la población general están muy por debajo de estos umbrales, incluso entre grandes consumidores como las personas con diabetes. Ambos documentos destacan este mensaje clave: los edulcorantes bajos o sin calorías son seguros cuando se consumen dentro de la IDA.
UNA HERRAMIENTA PARA APOYAR LA REDUCCIÓN DE AZÚCARES Y EL CONTROL DEL PESO
La reducción de los azúcares libres sigue siendo un objetivo central de la salud pública en todo el mundo. Sustituir el azúcar por edulcorantes bajos o sin calorías puede ayudar a reducir la ingesta de calorías, lo que contribuye al control del peso.
La evidencia procedente de ensayos controlados aleatorizados (ECA) respalda este beneficio potencial: cuando los edulcorantes bajos o sin calorías sustituyen a los azúcares, la ingesta energética total y el peso corporal tienden a disminuir de manera modesta. Las asociaciones profesionales destacan que estos edulcorantes pueden ser una ayuda útil para quienes buscan reducir su ingesta calórica o controlar su peso, especialmente para las personas que consumen grandes cantidades de bebidas o alimentos azucarados.
No obstante, los expertos en diabetes y nutrición subrayan que los edulcorantes bajos o sin calorías no deben considerarse una estrategia aislada. Las mejoras sostenibles en la salud dependen de la calidad global de la dieta, incluidos mayores consumos de frutas, verduras y cereales integrales, y reducciones en azúcares libres, grasas saturadas y sal, junto con la actividad física.
FUNCIÓN EN LA GESTIÓN DE LA DIABETES
Para las personas que viven con diabetes o tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, los edulcorantes bajos o sin calorías ofrecen una manera de disfrutar del sabor dulce sin elevar los niveles de glucosa. Con base en sólidas pruebas de ECA, ambas declaraciones confirman que los edulcorantes bajos o sin calorías no aumentan los niveles de glucosa ni de insulina, lo que los convierte en sustitutos adecuados del azúcar.
RECOMENDACIONES PARA LOS PROFESIONALES SANITARIOS Y EL PÚBLICO
Las organizaciones profesionales piden una comunicación clara y basada en evidencia dirigida a los consumidores. Los malentendidos o los mensajes excesivamente simplistas, como presentar los edulcorantes como inherentemente “buenos” o “malos”, pueden erosionar la confianza y dificultar la toma de decisiones informada.
Se alienta a los profesionales sanitarios a integrar los edulcorantes bajos o sin calorías dentro de un plan alimentario equilibrado e individualizado, que tenga en cuenta las preferencias de sabor, los objetivos de salud y el contexto cultural. Por ejemplo, aunque se recomiendan el agua y otras bebidas no azucaradas como opciones principales, reconocer las bebidas con edulcorantes bajos o sin calorías como alternativas pragmáticas para quienes están dejando las bebidas azucaradas podría ayudar a muchas personas, especialmente a las que consumen grandes cantidades de refrescos azucarados. En general, los profesionales deben enfatizar la calidad global de la dieta y la moderación en lugar de centrarse en un solo ingrediente.
CONSENSO INTERNACIONAL
Las recientes declaraciones de asociaciones líderes de diabetes y nutrición en el Reino Unido y Brasil están en consonancia con las recomendaciones de otras organizaciones importantes, como la Asociación Estadounidense de la Diabetes (American Diabetes Association – ADA)3, el Grupo de Estudio en Diabetes y Nutrición de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (Diabetes and Nutrition Study Group of the European Association for the Study of Diabetes – EASD)4, y la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD)5.
El consenso científico es claro: los edulcorantes bajos o sin calorías aprobados son seguros dentro de los niveles de Ingesta Diaria Admisible y pueden ser una herramienta dietética útil para reducir la ingesta de azúcar y energía, apoyar el control del peso y la gestión de la diabetes, y contribuir a los objetivos de salud pública relacionados con la reducción del azúcar, cuando se utilizan dentro de una alimentación equilibrada y nutritiva.