Puntos clave:
- La carga de enfermedades cardiovasculares está aumentando rápidamente. La prevalencia global casi se ha duplicado en los últimos 30 años y se estima que aumentará otro 90% para el año 2050, lo que subraya la necesidad de adoptar patrones dietéticos más saludables, incluyendo una menor ingesta de azúcar.
- Los edulcorantes bajos o sin calorías muestran efectos neutros sobre los marcadores de riesgo cardiometabólico. Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis más recientes de estudios clínicos en humanos confirman que no tienen un impacto significativo en el colesterol sanguíneo, los triglicéridos, la glucemia, la presión arterial ni las enzimas hepáticas.
- Cuando se utilizan como sustitutos del azúcar, especialmente en bebidas, los edulcorantes bajos o sin calorías pueden contribuir a reducciones modestas en el peso corporal, la masa grasa, la grasa hepática y la glucosa postprandial, cambios que en conjunto favorecen la salud del corazón.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV)1, cuya prevalencia casi se ha duplicado en las últimas tres décadas y se estima aumentará en un 90% adicional entre 2025.2 Dada esta carga global, las estrategias dietéticas para reducir el riesgo cardiovascular-incluida la disminución del consumo de azúcar- son más importantes que nunca
Los edulcorantes bajos y sin calorías se han vuelto cada vez más populares como alternativas al azúcar. Ofrecen un sabor dulce con pocas o ninguna coloría, lo que los convierte en una herramienta útil dentro de la alimentación para reducir el consumo de azúcar.3 Sin embargo, su impacto en la salud cardiovascular si siendo motivo de controversia.
Consumo excesivo de azúcar y riesgo cardiovascular
Las alteraciones en los lípidos sanguíneos —como el colesterol total elevado, el colesterol LDL alto, el colesterol HDL bajo y los triglicéridos elevados—, la hipertensión, el aumento de peso corporal y el control glucémico anormal son factores de riesgo importantes para las enfermedades cardiovasculares (ECV), incluyendo el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. La reducción del azúcar añadida es ampliamente recomendada para mejorar la salud cardiometabólica, y muchas personas recurren a los edulcorantes bajos o sin calorías como sustitutos del azúcar. Pero, ¿cómo afectan los edulcorantes bajos y sin calorías al riesgo cardiometabólico?
Edulcorantes y riesgo cardiometabólico: hallazgos de las revisiones sistémicas más recientes
El papel de los edulcorantes bajos y sin calorías en la salud cardiometábolica ha sido ampliamente estudiado. Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados (ECA), incluyendo una revisión por la Organización Mundial de la Salud (OMS)4, demuestran de manera consistente un efecto neutro de los edulcorantes bajos y sin calorías sobre marcadores intermedios clave de enfermedades cardiovasculares, como los lípidos sanguíneos5, el control de la glucosa 6,7, la presión arterial8 y las enzimas hepáticas9.
La revisión sistemática y el metaanálisis más reciente, realizado por Najafi et al. (2025) , rocopiló evidencia de 28 ensayos clincos aleaotorizaos (ECA) que involucraron adultos de distintas partes del mundo.10 El objetivo fue determinar si los edulcorantes bajos o sin calorías influyen en los principales marcadores lipídicos relacionales con las enfermedades cardiovasculares. Los resultados confirmaron hallazgos previos que respaldan que los edulcorantes bajos y sin calorías no afectan los niveles de lípidos en sangre en adultos. No se observó ningún efecto significativo sobre el colesterol total, colesterol LDL (LDL-C), colesterol HDL (HDL-C), colesterol VLDL (VLDL-C) ni los triglicéridos séricos.
Cabe destacar que los edulcorantes bajos y sin calorías también han mostrado beneficios modestos en la reducción de grasa hepática, masa grasa y peso corporal, especialmente cuando se utilizan como sustitutos del azúcar en bebidas.11 Además, está bien establecido que, en comparación con el azúcar, los edulcorantes bajo y sin calorías provocan un menor aumento de la glucosa en sangre después de su consumo.12 Esta evidencia refuerza que los edulcorantes bajos y sin calorías, cuando se emplean como sustitutos del azúcar, pueden ofrecer ventajas modestas en la reducción del riesgo cardiometabólico.3
¿Es la evidencia epidemiológica contradictoria?
Si bien los estudios de intervención en humanos muestran de manera consistente efectos neutros o modestamente beneficiosos de los edulcorantes bajos y sin calorías, los hallazgos provenientes de estudios observacionales son más variados. Los análisis tradicionales de cohortes, que suelen basarse en una única evaluación dietética inicial, sugieren que un mayor consumo de edulcorantes bajos y sin calorías podría estar asociado con un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).Sin embargo, estudios de cohorte prospectivos más recientes y metodológicamente más sólidos —que utilizan evaluaciones dietéticas repetidas y análisis de sustitución— reportan asociaciones neutras o incluso protectoras, en línea con la evidencia de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA).
Una revisión sistémica de 14 estudios de de cohorte encontró que el aumento en el consumo de edulcorantes bajos y sin calorías se asocia con menor peso corporal y circunferencia de cintura, sin efectos adversos sobre la diabetes tipo 2.13 De manera importante, sustituir bebidas azucaradas por bebidas con edulcorantes bajos y sin calorías se ha relacionado con un menor riesgo de obesidad, enfermedad coronaria y mortalidad total y cardiovascular, nuevamente sin evidencia de efectos negativos sobre la salud cardiometabólica.
¿Qué significa esto para la salud del corazón?
En conjunto, la evidencia sugiere que los edulcorantes son metabólicamente neutros respecto a los factores de riesgo cardiovascular (perfil lipídico, presión arterial y control de la glucosa), y que ofrecen beneficios modestos asociados con reducciones pequeñas en el peso corporal, la masa grasa, la grasa hepática y la glucemia postprandial, especialmente cuando se utilizan como sustitutos del azúcar en bebidas.3
Para los profesionales de la salud, esto significa que, aunque los edulcorantes bajos y sin calorías no proporcionan beneficios cardiovasculares directos, pueden ayudar a los pacientes a reducir el consumo de azúcares libres, favoreciendo el control del peso y de la glucosa, y en última instancia, la salud del corazón, cuando se utilizan como parte de una dieta saludable y un estilo de vida integral.