Bruselas, 28 de marzo de 2025: Contrariamente a lo sugerido por un nuevo estudio de la Universidad del Sur de California, es importante destacar que la sucralosa no afecta el apetito.
El estudio de Chakravartti et al. no proporciona evidencia de que la sucralosa interrumpa la regulación del apetito o aumente la energía o la ingesta de alimentos. De hecho, los resultados del estudio mostraron que la bebida endulzada con sucralosa tiene un efecto neutral sobre el apetito y el hambre, similar al del agua. Las diferencias reportadas en las respuestas hipotalámicas no se tradujeron en tasas de hambre diferentes cuando se comparó la sucralosa con un comparador no endulzado y sin calorías, como el agua. De igual manera la sucralosa tuvo un efecto semejante al agua en las respuestas glucémicas, a diferencia de los azúcares, que aumentaron los niveles de glucosa e insulina en la sangre. Los diferentes efectos observados entre las bebidas endulzadas con sucralosa y azúcar no son inesperados, dado el contenido energético de los azúcares y de carbohidratos.
Aunque no se probó en este ensayo agudo, numerosos otros estudios han investigado el efecto agudo y a largo plazo de la sucralosa sobre la energía, la ingesta de alimentos, y el peso corporal, y colectivamente confirman que los edulcorantes bajos/sin calorías, incluida la sucralosa, pueden ayudar a reducir la ingesta calórica total y, a su vez, el peso corporal con el tiempo, cuando se consumen en lugar de azúcares (Grotz et al, 2017; Higgins and Mattes, 2019; Laviada-Molina et al, 2020; Rogers and Appleton, 2021; McGlynn et al, 2022).
Como parte de una dieta y un estilo de vida saludable, la sucralosa puede utilizarse para promover los objetivos de salud pública en materia de reducción del consumo de azúcares y, en última instancia, ayudar a controlar el peso, la diabetes, y la salud dental.
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